Una de las tareas más bellas que se puede emprender en un país tan fantástico como el Perú, es la de dar a conocer a población sobre los valores culturales, arqueológicos y naturales que nuestro territorio posee.
Hemos recibido de la mano de Dios un valiosísimo legado histórico - cultural y las más espectaculares formaciones geográficas del planeta, acompañado de un gran conjunto de Sistemas Ecológicos incomparables en el mundo entero.
Pero es en nuestro fantástico pasado que la Historia como ciencia quiere dar a conocer los hechos que llevaron a nuestros ancestros a defender y luchar por este basto territorio, enseñando lo ejemplar y valioso de una parte de nuestra original cultura.
Si bien la Historia estudia los hechos del pasado, su objetivo no es simplemente hacer un recuento minucioso y memorioso de datos, fechas, lugares y situaciones cuyo único valor radica en que tuvieron existencia en una época anterior y guardaron relación con la actividad de personajes deslumbrantes y paradigmáticos.
El estudio y la enseñanza de la historia no radican en la satisfacción de la curiosidad, sino, por el contrario abona el cultivo de valores, el respeto hacia la existencia humana y las evidencias de un pasado fabuloso y ejemplar, es que solo conociendo bien el pasado podemos proyectarnos hacia el futuro transformando o cambiando el pensamiento de los jóvenes siendo ellos los ejes principales, de cada Nación.
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